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LOS 100 DÍAS DE JESÚS DE ALVA

Comidas ligeras, horas de entrenamiento físico, rutinas de trabajo que comenzaban a las cinco de la mañana y la nostalgia de no poder ver a su familia son algunas de las exigencias por las que pasó el segundo finalista del Míster Venezuela 2014.




Primer mes
No tenía idea de que sería míster. No estaba en sus planes. Su meta era animar un programa regional y para eso se estaba preparando. Hizo unas entrevistas a algunas personalidades como Richard Linares y Gisselle Reyes y ellos le proponen ir al concurso de belleza masculino. "No estaba nada convencido porque mido 1.78, una estatura lejos del prototipo de míster".
En el estreno de un comercial en la ciudad, Jesús asistió, y allí Napoleón Rodríguez, representante artístico, le hace referencia al concurso de belleza, invitándolo a que se anime a participar porque contaba con la mayoría del talento para hacerlo. "Yo pensé: 'Son demasiadas causalidades, creo que son señales del destino'".
Jesús Alvarado -su nombre de pila-, busca información sobre las bases del concurso y se da cuenta de que no quieren un "muñeco de torta". Pensó que tenía más que su físico para participar y decidió llamar a Carlos Julio Ohep, asesor de imagen de míster para plantear su deseo de concursar.
Segundo mes
Ohep apoyó a Jesús y le pidió que viajara de inmediato a Caracas para participar en el casting. Así fue. Alvarado fue a la capital y logró concursar. Esperó un mes por los resultados y una mañana lo llamaron para informarle que había quedado preseleccionado en el concurso.
"No me lo creía y me puse muy contento porque a pesar de que sabía que no era mi sueño, sí estaba seguro que el míster es un trampolín". Quedó seleccionado entre los 37 y confiesa que se lo tomó con calma. Esos 37 se convirtieron en 15, y más tarde se redujo a un grupo de 12 finalistas. "Yo no estaba en esa lista", comenta.
Osmel Sousa, presidente de la Organización Miss Venezuela, asistió a todos los encuentros de casting con los aspirantes. Él decidió que escogería a uno más pero que la elección no era la definitiva. "Me seleccionó a mí y a dos más, y lo primero que pensé fue: '¡Uff! Ya estoy adentro, lo que me queda es mantenerme'".
Al día siguiente comenzaron los ensayos. Era un miércoles, recuerda Alvarado y el jueves se entera que el equipo se hace cada vez más pequeño. El viernes, otra llamada le avisa que está en los definitivos para participar oficialmente en el Míster Venezuela 2014.
Tercer mes
Instalado en Caracas, Jesús dio comienzo a la rutina de un aspirante oficial a la gala de belleza. A las cinco de la mañana sonaba su despertador. Dedicaba una hora a la cocina, donde se preparaba seis comidas "sin sabor" como él las catalogó, arreglaba su bolso de gimnasio y partía rumbo al metro para llegar a la Quinta Miss Venezuela. A las siete de la mañana empezaban sus clases de oratoria, actuación y pasarela. Toda la tarde se iba en estas disciplinas y en la noche entrenaba dos horas en el gimnasio de Richard Linares, quien es entrenador personal de misses.
Se alimentaba cada tres horas. Comía pollo, carne, pescado, atún, brócoli, coliflor, rebanadas de pan integral, claras de huevo, pasta y arroz integral, merengada de proteínas y mucha agua. Con esa rutina logró subir seis kilos y pesar 78. Antes de iniciar esta práctica, pesaba 72 kilos, producto de una enfermedad articular que tiene controlada.
Los estilistas encargados de la imagen de Alvarado querían lograr un aspecto físico más fresco. Le quitaron la barba espesa para que se viera más limpio de cara. Le hicieron un corte de cabello del clásico míster pero con aires modernos. Le blanquearon los dientes. No hubo cirugía facial y tampoco limpieza de cejas.
Sólo le faltaba el traje para desfilar en la pasarela. Nidal Nouaihed se lo confeccionó y fue el atuendo más elegante del evento. La actitud siempre la tuvo. Así lo recuerda Alvarado cuando decide enfocarse en su naturalidad y no en los "cuadritos" del abdomen, los pectorales perfectos o un cabello de comercial de televisión.
"Mi estatura terminó siendo mi mejor aliada porque si bien no destacaba por lo alto, destacaba por lo chiquito. Algunos se sorprendían de verme allí porque no era el prototipo de míster, hasta yo no me lo podía creer, pero di ese batacazo".
Para Jesús, el mes del evento pasó demasiado rápido. El sábado 24 de mayo salió en las pantallas de un canal nacional y todas las cámaras enfocaban a ese chico oriundo de los Puertos de Altagracia. "Se me olvidó que medía 1.78. Decidí ser yo, sin complejos, comunicativo, amante de las cámaras y los micrófonos".
Una improvisación impulsada por la conductora del evento para que Jesús cumpliera su sueño de animar por unos segundos y una respuesta conmovedora que dio el aspirante cuando le preguntaron a quién le dedicaría el premio en caso de que lo ganara, le valieron el segundo lugar en el concurso de belleza.
Hoy es Jesús de Alva. "Un nombre más comercial", justifica el zuliano de 20 años de edad. A semanas de ganar la banda como segundo finalista, Jesús cuenta con más de cuatro mil seguidores en Instagram. Y como él mencionó al principio de la entrevista, el Míster Venezuela fue un perfecto trampolín, porque hace poco se estrenó como uno de los animadores oficiales del programa de televisión Portada's. (Estampas Zulianas).

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